miércoles, 9 de marzo de 2011

3.3.11 a 8.3.11 – ahora ya es de verdad

Coco & Phoebe
Al llegar a mi nuevo hogar dulce hogar, la noche del 3 de marzo de 2011, me esperaba una rosa. Un comienzo así no puede dar lugar a nada malo! Los primeros días han sido un tanto caóticos, de adaptación a la nueva casa, al nuevo espacio, de compras necesarias para la subsistencia... Las gatas están bien, yo también, y la casa a salvo ya que las reinas están demostrando que ya son todas unas señoritas, y no provocan desastres “no more”. Se han hecho fuertes en la silla del escritorio, y de allí no hay quien las saque! Creo que sobrevivirán en los 32 m² del piso, sin necesidad de salir al exterior. Hubiese sido complicado, ya que vivimos en un 4º piso sin ascensor. La única anécdota digna de mencionar, es la de la noche que Phoebe decidió que meterse en el hueco entre la lavadora y la pared era una buena idea. La lavadora está empotrada en el mueble de la cocina, pero es unos 10 cm más baja que la mesa. Por allí se metió la reinona, y al darse cuenta de que salir era imposible, empezó a meter un ruido impresionante para despertarnos y que la liberáramos. Hay que decir que inmediatamente después del suceso, que nos despertó a eso de las 5 de la madrugada – arghhhhhh – tomamos medidas para impedir que volviera a meterse por allí (vamos, que hemos cubierto el hueco). 
 

Holocaust Denkmal desde fuera
El fin de semana decidimos hacer de nuevo la ruta de la puerta de Brandenburgo, porque en nuestras excursiones individuales nos habíamos saltado el monumento en memoria de las víctimas del holocausto. Se encuentra a menos de 5 minutos andando desde la puerta. Es bastante impresionante: cuando lo ves desde “fuera” parecen simples tumbas rectangulares de cemento que ocupan una manzana entera. Sin embargo, cuando empiezas a adentrarte en el laberinto que forman las tumbas, te das cuenta de que el suelo se hunde desde fuera hacia dentro, hasta que acabas a unos dos metros por debajo de la superficie! A la entrada hay un pequeño cartel avisando de las normas a seguir en el recinto, aunque la gente suda bastante... Básicamente son unas normas generales para mostrar respeto por el monumento, que al fin y al cabo fue erigido en memoria de gente que murió... aunque no todo el mundo entiende siempre el significado. Los niños juegan al escondite y al pilla pilla, gritan, saltan de una tumba a otra... 

Holocaust Denkmal desde dentro



















De allí fuimos caminando, dando un paseíto - aprovechando que era el primer día de mi estancia en este frío país y hacía 5 grados atorrantes! - y llegamos a la famosa Potsdamer Platz, donde se encuentran el Sony Center, y varios rascacielos de oficinas muy New York style. 
Rascacielos - Potsdamer Platz










También nos acercamos por Alexander Platz, emplazamiento de la Fernsehturm o torre de televisión (tiene una cafetería en la “bola”, que gira 180º cada media hora), nos zampamos unos fish & chips y un donuts del Dunkin, y paseamos por la Nikolaiviertel. Me esperaba un poco más, aunque admito que sí tiene su encanto. Lo mejor? La tienda de decoraciones artesanales navideñas! 
 
Alexanderplatz - Fernsehturm & Rotes Rathaus

Y ahora que ha empezado una nueva semana, estamos haciendo todo lo posible para familiarizarnos con nuestra nueva rutina. Deseadnos suerte!

2 comentarios:

  1. la verdad es que hay que tener valor para conseguir lo que queremos, pero no hay nada que merezca la pena que no incluya un pequeño esfuerzo.

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  2. ¿Una rosa al llegar? No diré nada más...

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