Durante un poquito más de una semana tuvimos una visita... llamémosle peculiar! Carlos y Verónica se atrevieron a adentrarse en el fantástico mundo del Berlín invernal, y aunque no era su primera vez, sí fue una muy especial!
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Iniciando el ascenso a Teufelsberg, al más puro estilo Blair Witch Project |
Nos aventuramos en las llamadas excursiones a lo prohibido: primera parada, la estación de escuchas en
Teufelsberg. Empezamos por algo facilito, y en las próximas visitas iremos subiendo de nivel y arriesgando más (me han hablado de la feria abandonada y pinta mejor que bien, queda apuntado).
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Teufelsberg: dentro de la torre de escucha |
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Teufelsberg |
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Teufelsberg: esta imagen me atormenta por las noches... |
Como ya he contado en otros posts,
Teufelsberg es la colina que se creó de los escombros de la II Guerra Mundial. Su curioso nombre (montaña del diablo) viene de la leyenda - válida para muchos y no para otros tantos - que se eligió justo el lugar donde
Hitler erigió los cimientos para lo que se proponía ser la
“Wehrtechnische Facultat”, una escuela técnica militar Nazi. Nos asomamos a las cuencas vacías de antiguos ascensores, abismos insalvables, escalones rotos, cristales bajo los zapatos en la oscuridad, y todo aquello que no se ve y que quien no haya estado puede atribuir a la imaginación... pero hay que verlo para sentirlo!
Nota: 100% recomendable, con buena luz del día, porque sinó puede ser peligroso.
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Teufelsberg, o el lugar idóneo para una nueva peli de terror |
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También hicimos más de una excursión del
Berliner Unterwelten, porque sólamente con una no nos quitamos el gusanillo! Y las que nos quedan las dejamos para la próxima! Son unas excursiones interesantes a rabiar, acerca de lo que existe, existió y sucedió en el subsuelo de Berlín, sobretodo antes, durante y tras la guerra. Muy impresionante y también
recomendabilísimo, sobretodo porque se trata de una organización que subsiste y se desarrolla - además de preservar sus hallazgos - con lo recaudado de las visitas guiadas y donaciones o compras. (Nota para Juanma: tu lugar se encuentra aquí!)
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Weinachtsmarkt |
Además de todo, sobra decir la de veces que salimos a desayunar/comer/cenar (agh agh agh) en restaurantes varios - chino, vietnamita, japonés, turco, etc... - , alguna que otra cervecita, incluso nos dio tiempo para algo de
shopping! Y por supuesto, ya que la época navideña dio comienzo en octubre
already, no faltaron paseos por los
Weinachtsmarkt.
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Cenita en casa |
Y como colofón: cenita de lujo en casa de los marqueses de
Charlottenburg!