viernes, 27 de febrero de 2015

27.2.2015 - lo llaman adaptación

Un día de trabajo cualquiera, una conversación cualquiera. Conversando de todo en general y nada en particular, Quatschen que lo llaman aquí... Ruido de ambiente: platos, vasos y cubiertos tintinean mientras cada uno recoge lo suyo después de comer, y se forma una fila para meter las cosas en el lavavajillas.

Dos personas hablan a la vez, ambas se dirigen a mi. Me propongo contestar, cuando las dos vuelven a hablar y a interrumpirse.

- EH?!

Silencio. Alguien ha soltado un vulgar sonido en lugar de preguntar educadamente "Wie bitte?". He sido yo. Todos nos reímos.

A esto lo llaman adaptación. Cuando las coletillas, modismos y vulgarismos de la lengua materna se acaban introduciendo en una segunda lengua que cada vez tiene menos de secundaria.  Así que esto es lo que se siente...

lunes, 23 de febrero de 2015

18.02.2015 - llega el final de Febrero, y anochece un poco mas tarde

A principios de año me prometí a mi misma y a vosotros los que me leéis, que escribiría mas a menudo. Bueno, hasta ahora vamos a post por mes! Y esto es lo que os puedo contar hasta ahora.

El año laboral ha empezado con nuevos retos tanto para David como para mi. Yo estoy aprendiendo nuevas tareas y responsabilidades en la oficina, tras haber pasado los 6 meses de prueba y haber recibido el contrato fijo. Y David es el Projektleiter - jefe de proyecto - de un nuevo proyecto que están llevando a cabo en su empresa. Como dicen por estos lados, alles Schick!

El invierno berlinés esta siendo bastante benévolo, y aunque nos ha regalado nieve en un par de ocasiones, parece que - y esto no quiero decirlo muy alto, por si lo gafo - nos acercamos a la recta final y pronto la primavera estará aquí para sacarle los colores a esta ciudad. Mis gorditas echan de menos el solecito, y aprovechan cualquier rayito que puedan encontrar! Y creo que hablo de parte de todos los que vivimos en esta nuestra ciudad de Berlín cuando digo que cuanto antes llegue el calorcito, mejor! Aunque no nos quejaremos de que ya no se haga de noche a las 16:00!


Coco, aprovechando unos rayos de sol invernales
Algo que nos ayuda a sobrellevar la espera es pensar en nuestro viaje a Nueva York a finales de marzo. Sera nuestro primer viaje transatlántico juntos, estaremos 8 días con sus correspondientes noches, y ya hemos empezado a planear y hacer reservas. Pero no preocuparsus, que tan pronto ponga los pies en tierras europeas postearé largo y tendido sobre tan esperado viaje.

Una cosa de este año recién estrenado que me provoca sentimientos encontrados, es el hecho de que ya no horneo tantas exquisiteces como antes. Uno de los motivos es el propósito de comer mas sano y perder algunos de los kilillos que la vida y gastronomía teutona se han empeñado en regalarme - que conste que yo NO quería!-. Aunque en una ocasión excepcional en que tuvimos invitados a brunch me explayé haciendo muffins y galletas...

Carrot cake muffins
Galletas con chips de chocolate y centro de caramelo




















El día 7 de febrero honramos los 31 añazos - y qué bien llevados, oiga! - de David con una fiesta sorpresa, que organizamos mi compinche Sergi y yo, y que terminó de manera apoteósica en el karaoke ruso (*leer nota al pie). He aquí otra de las sorpresas que se llevó el cumpleañero: felicitaciones desde fuera de Alemania!

Felicitaciones de aquellos que no podían estar de cuerpo presente en la celebración

Y con esto se acaba el mes más corto del año! De momento estamos dedicándonos al cocooning hasta que la primavera haga acto de presencia y traiga de la mano temperaturas de dos décimas sobre cero.

* He averiguado desde mi última visita, que el llamado "karaoke ruso" de ruso no tiene nada, es chino y se llama Ichiban. Esta pequeña anotación puede parecer sin importancia, pero yo sé para quién lo escribo.

domingo, 4 de enero de 2015

04.01.2015 - fin de las vacaciones navideñas, o porqué nadie te cuenta que mola mucho más poner la decoración de Navidad que quitarla

Año nuevo, vida nueva? La verdad es que el 2014 ha sido un año bastante requetebueno, así que en mi opinión solamente queda hacer que el 2015 sea aún mejor, y ya con eso habremos cumplido muchos objetivos.

Hagamos repaso. En el 2014:

- el amor de mi vida cumplió 30 añazos! Y lo celebramos con nuestro segundo viajecito a París.

















- "adoptamos" temporalmente un hijo algo crecidito, Sergi, el hermano mediano de David. La experiencia y la convivencia ha sido muy educativa para todos, y muy positiva!

- conocí a alguien que sale en la wikipedia: Sissel Jo Reid-Gazan. Me convertí de inmediato fan absoluta, y en la niñera de su hijo.

- conseguí trabajo - en alemán!-, tras un año y medio de búsqueda!

- mi querido papi cumplió 60 añazos!

Os parece poco? Yo creo que en el 2015 voy a por el año redondo.

P.S. He comenzado el año con un propósito nuevo: actualizar este blog más a menudo, y teneros a todos más al día. De momento lo llevo bien! Veremos cómo evoluciona...

jueves, 1 de enero de 2015

16 - 23.10.14: "Medio ejército Alemán pisándonos los talones, ¿y tú quieres ir a Berlín? ¿a la boca del lobo?"

Por fin. Llegó el día, en que el señor Gallego-Galán, de nombre Juan Manuel, besó el suelo al bajar de un avión en el aeropuerto de Schönefeld - Berlin. Y la señora Moya, de nombre Alicia - no vayamos a olvidarnos de ella, estaría feo!-.

Los señores echando la tarde en su salón ostálgico


Una semana de locuras al estilo Broadway, incluyendo multitud de museos (para que no se diga que semos unos incultos), cerveza por vía intravenosa (o casi), definiciones de lo que es el frío y los distintos tipos de chaqueta o abrigo apropiados (ejem, escribo esto un mes y medio después, y en la calle hace cinco graditos bajo cero...), bratwursts, schnitzels y distintas exquisiteces de la gastronomía alemana, y una visita a un karaoke ruso (que en días no festivos parece estar destinado a otras actividades de legalidad dudosa que no vamos a enumerar).

Entre todas las actividades llevadas a cabo durante los siete días, caben destacar las siguientes:

- la noche que cenamos schnitzel con patatas y salimos rodando del restaurante (y el camarero se rió de nosotros por haber comido tan "poquito").

- la visita al museo de Pérgamo, con el altar de Pérgamo recién cerrado (la atracción principal).

Museo de Pérgamo, sin Pérgamo

- la visita al museo Egipcio, donde la estela favorita de Alicia no se encontraba expuesta (y no había explicación para ello).

- la huelga de trenes el fin de semana (cabrones, malditos, y un largo etcétera de ofensas! Cómo osan!).

- el festival de las luces (http://festival-of-lights.de/en/official-video-2012/) maravilloso, espectacular, me he emocionao al verlo.

- la súper tarta de chocolate que le hice al cumpleañero (que nos la estuvimos comiendo para desayunar tres días después)

- las actuaciones estelares en el "casino ruso". Juanma y David cantaron 500 Miles, Alicia y yo cantamos A quién le importa, y David se aventuró en solitario con Walk of Life. Una gran noche. Dato interesante: me puse enferma y me pasé los tres siguientes días en la cama. Bueno, no! Al segundo, creyendo que me encontraba mejor, fui a la oficina, y me mandaron de vuelta a casa por tener cara de echa polvo.

Otra cosa que cabe destacar, pero en la que yo no fui partícipe (porque algunos tenemos que trabajar, oiga), es la visita a la cancillería de Hitler y la frustración de los visitantes al encontrar unos precios exageradamente elevados para comer en el restaurante chino de Hitler (explicaciones aquí).

Juzguen ustedes.

Celebrando el cumpleaños de Herr Gallego







Tarta, y una sonrisa enigmática


Parte delantera del cartelito de bienvenida



... y la parte trasera!



Haciendo el hipster por Berlín. Pero qué hipsters somos!


Herr Gallego, al teléfono con su íntimo amigo Goebbels.

lunes, 25 de agosto de 2014

21.8.2014 - vamos a llamar a las cosas por lo que son

Veintiuno de Agosto de dosmilcatorce, han pasado tres meses desde que escribí acerca de mis dos trabajos, y mi nueva etapa que coincidía con el comienzo del verano, la época más bonita de Berlín. Tres meses han pasado y ahora ya estoy preparada para contar lo que ha estado sucediendo.


Y es que lo que la mayoría de vosotros no sabe, es que me he pasado dos meses en vilo, sin saber qué pasaría con mi nuevo trabajo, sí, el mismo, ese que me encanta y que pareciera que me hubiera caído del cielo por gracia divina. Porque 5 días antes de empezar a trabajar me llamaron para decirme que el Comité de Empresa no aprobaba mi contratación (motivos de re-estructuración de la empresa), para dos días después decirme que sí bajo ciertas condiciones; y a las 2 semanas me dieron la carta de despido con fecha de finalización 31 de Agosto de 2014 y la promesa de pelear para que al final revocaran esa decisión de despedirme. Así es, me he pasado dos meses levantándome para ir a trabajar sin saber qué pasaría, esforzándome por mantener una actitud positiva, dándolo todo y con una sonrisa. 

Y bueno, pasado ese tiempo que tanto me ha puesto a prueba, estoy contenta de anunciar que todo ha valido la pena, porque al final me quedo! Y estoy muy feliz, pero no se me quitan las ganas de dejar algo muy claro. 

Llevo tres años y medio en Berlín, y por fin he encontrado un trabajo que me gusta. No tan sólo eso, sino que me encuentro trabajando con un equipo de gente agradable, donde hay muy buen ambiente. Es una empresa que se dedica al desarrollo de tratamientos biofarmacéuticos (Ojo! Nada de experimentación con animales!), con lo cual uno se siente que está haciendo un trabajo que contribuye a ayudar a otra gente. Está bien pagado, así que los empleados nos sentimos valorados (ignorando el hecho de que el Comité de Empresa quería despedirme para que otra persona ocupara mi puesto...), trabajamos en oficinas nuevas con equipamiento moderno y tenemos el lujo de elegir nuestros propios horarios de trabajo. Es para una empresa internacional, por lo que las oportunidades de crecimientoy expansión están a la orden del día. Y me encanta! Qué más se puede pedir? Realmente, nada. Cada vez que cuento esto, la gente me suele decir algo por el estilo de "me ha tocado la lotería". Y yo estoy agradecida, enormemente. Pero esto no ha sido todo producto de la suerte. 

Recordemos que hace ya 6 años cuando decidí irme a trabajar como au-pair (uno de los trabajos con peor fama a nivel internacional, por lo mal pagados que están y por el nivel de desagradecimiento que uno suele encontrar). Y a pesar de que mi historia no acabó tan mal como otras muchas que conozco, también me costó lo mío. 6 meses fuera de mi casa, de mi país, lejos de mi familia, mi novio, mis amigos... Y todo en un idioma nuevo. Y lo agradecida que estoy de haberlo hecho, de haber tenido el valor y de tirarme a la piscina, por las herramientas que me ha dado para enfrentarme a la vida laboral (y también personal). 

Pero si vamos aún más atrás en el tiempo, veremos que a la tierna edad de 11, cuando iba a comenzar 1° de la ESO, decidí decantarme por la optativa de alemán, y que estuve estudiando hasta que terminé 2° de Bachiller, 6 años después. Y esto solamente era el principio de mi relación con este idioma que tantos dolores de cabeza me ha traído, pero que finalmente me enorgullezco de hablar a nivel fluido.

A todo eso hay que sumarle el hecho de que cuando aterricé en Berlín, venía con una maleta llena de ilusiones pero también con mucha incertidumbre. No tenía la seguridad de un contrato de trabajo a largo plazo o estable, y lo que sabía del idioma lo había perdido por falta de práctica. Y el echar de menos a la familia y los amigos se hace con el tiempo más llevadero, pero nunca se supera. 

Con esto quiero dejar claro que sí, por supuesto que he tenido suerte y estoy agradecida de haber encontrado un trabajo gracias a mis habilidades y características, que son muy válidas pero no son únicas, y soy consciente que otra gente también comparte. Pero que yo solita me lo he currado, porque nadie me ha regalado nada, porque cuando uno sale de su casa y de su "zona de confort" se la está jugando todo a una. Y la próxima vez que vayamos a decirle a alguien "qué bien vives fuera de Espana" nos lo pensemos dos veces. Que no es tan fácil como a todo el mundo le gusta pensar. Y si estoy aquí y ahora donde estoy, es porque me lo he ganado con todo el esfuerzo del mundo. 

P.D. Y que a nadie se le ocurra decirme que "otra gente también se lo ha currado y no ha tenido tanta suerte". No estoy ciega, y soy muy consciente de ello. Es por eso que doy gracias cada día por haber recibido esta oportunidad tan buena. Pero también me doy las gracias a mí misma. Uno tiene que quererse y valorarse a sí mismo.

jueves, 22 de mayo de 2014

22.5.14 - cansada de la mejor manera

Ayer comencé la formación para prepararme para mi nuevo trabajo en la oficina. Me pasé gran parte del día allí. Salí agotada, no hice siesta, y me fui a comprarme alguna novelita ligera para no comerme el coco con todo lo que había estado aprendiendo. Hoy he estado unas cuantas horas, haciendo un recap de ayer. Al salir, he comido, me he echado un sueñecito de diez minutos, y he salido a recoger a Willow de la Kita (abreviación de Kindergarten). Hemos ido al parque una hora, y luego a casa. He hecho la cena, hemos jugado, y le he cambiado y preparado para que se fuera a dormir.

Al salir, he decidido volver andando a casa por varios motivos. El primero: todavía no me he comprado el ticket mensual de transporte. El segundo: la familia vive a 20 minutos escasos de mi casa. El tercero: hoy disfrutamos de 30º y la ciudad no podía estar más hermosa. Además tengo la suerte de vivir en uno de los barrios con más encanto de la ciudad.
Zionskirchestr. con la iglesia de Zion al fondo

Sabéis aquél trozo de la película "Amélie", en la que se siente en total armonía consigo misma y con el mundo a su alrededor? Minuto 4:07. Así me he sentido yo. He sonreído durante todo el trayecto. He contemplado la ciudad que me rodea: sus edificios ruinosos y cubiertos de grafitis, sus tiendecitas hipsters o bio, viviendas híper modernas o casas de más de cien años remodeladas, sus zonas verdes en cada esquina, sus iglesias de ladrillo rojo, sus calles empedradas irregularmente, montones de bicicletas aparcadas de cualquier manera, farolas y paredes cubiertas por cartel sobre cartel sobre cartel, los bares y restaurantes con las terrazas a rebosar de gente, su gente normal y su gente un tanto extravagante... Todo lo que se une para hacer de Berlín una ciudad extraordinariamente maravillosa.

Me he parado en un Späti, me he comprado una birra, y al llegar a casa me he dado una duchita bien fresca para quitarme la arena del parque y el sudor del paseíto. He sacado el sillón de leer al balcón, me he servido la cerveza, y un poco de helado de limón que quedaba por ahí, he cogido mi novelita ligera (que está resultando ser menos ligera de lo que esperaba), he puesto incienso a quemar y me he relajado.

Soy muy feliz.

viernes, 16 de mayo de 2014

16.5.14 - dos en un mismo día

Empezaré haciendo una breve introducción. Hace un año y nueve meses, decidí dejar mi trabajo en Booking.com. Por muchas razones: porque no me gustaba, no me satisfacía, estaba mal pagada con demasiadas responsabilidades, y no me veía creciendo en la empresa. No me arrepentí. Fue una buena decisión, y eso lo ví a través de los que sí se quedaron durante el largo tiempo que he estado desempleada.

En este año y nueve meses he pasado por muchas etapas. La primera, de liberación. Fase "hago lo que me da la gana, cuando me da la gana". Siguió la apatía, junto con el invierno, mala combinación. Después vino una etapa de mejora, cuando empecé el curso intensivo de alemán que duraría seis meses. A la ilusión inicial de aprender alemán le siguió una fase de asqueo. Asqueada me hallaba de estar en una clase que decíase llamar nivel B1+, y ver cada día que había gente que no sabía ni decir los números... Después vino la aceptación/resignación. Al comenzar mis prácticas, de tres meses, como administrativa y recepcionista en la escuela de idiomas Sprachsalon, recuperé la ilusión. Ilusión por un trabajo que me gustaba y por mejorar día a día. Pero no pudo ser, y me quedé desempleada de nuevo. Llegaron las navidades, que me ayudaron a desconectar de la búsqueda incesante un poco, y después la vuelta a la realidad en enero.

Desde entonces he buscado sin parar. He tenido días de mayor motivación, y otros en los que tenía ganas de olvidarme del mundo. He recibido muchas negativas, más de las que había recibido en toda mi vida, y aún así he trabajado para no perder la esperanza. Y todo se ha visto recompensado. Porque hoy, a falta de un trabajo, tengo dos!

Empiezo en unas semanas en el que bien podría ser mi trabajo IDEAL, de administrativa en una gran multinacional, trabajando como secretaria de la directora y vicedirectora de uno de los departamentos de la oficina de Berlín. No solamente estoy súper feliz por tener esta oportunidad, sino que además no tengo que renunciar a mi trabajo de niñera.
Hace un par de semanas que empecé a cuidar de Willow, un monstruito de dos años y medio que me ha robado el corazón (él, y su familia, que son encantadores). Y como sucede con los niños encantadores de familias encantadoras, nos hemos cogido tanto cariño unos a otros que no queremos decir adiós. Así que hemos decidido compaginar!

Hace un año y nueve meses, jamás me hubiera imaginado en esta situación. Y es mejor de lo que podría haber pensado.