Después de muchos meses de rumiar mi decisión de subir a la cúpula transparente que hay en el
Reichstag (por ésas cosas del vértigo), finalmente me decidí. La entrada es gratuita, y sólo hay que rellenar un formulario online para pedir la visita, el día y hora que tú prefieras (con 3 días de antelación). El edificio parlamentario en sí está cerrado este mes de septiembre (por ésas cosas de los congresos) así que habrá que visitarlo en otra ocasión. De todos modos a mí lo que me interesaba era la cúpula y las vistas de pájaro de la ciudad.
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Cúpula por fuera |
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Cúpula por dentro |
Mi opinión general: so far una de las mejores visitas de la ciudad. Bien organizada, rellenas el formulario (disponible
nur auf Deutsch, cómo no) y en seguida te envían una semi-confirmación, y una plena confirmación 2 días después. La imprimes, te presentas, te dan una tarjetita para colgarte al cuello y ala! Pa'dentro! En un día como el que nos tocó a nosotros es una visita muy impresionante, sobretodo debido a que Berlín es tan plana que desde un poco más arriba de lo normal lo ves todo, todo y todo. Te dan una audioguía gratuita que se activa con sensores de movimiento y situación. Es decir, cuando tú estás mirando a
Alexanderplatz, el Señor Audioguía te dice "Ahora está usted mirando hacia
Alexanderplatz. Lo mas interesante es que blablabla" y te cuenta interesting facts sobre el lugar a donde estás mirando. Aprendí mucho, de Hitler, la guerra, la posguerra, y la recuperación de la ciudad, que ha sido lenta y dolorosa. Cada día me siento más apegada a esta gran ciudad con el corazón a medio curar. La cúpula es realmente impresionante, y aunque sufro de vértigo desde mi visita a Pisa (malditos italianos y su torre inclinada!), esta no me dió nada de miedito! La verdad es que las rampas que suben por dentro de la cúpula están hechas de tal manera que no ves la altura que estás subiendo, ni el vacío abajo, sinó la rampa que está justo por debajo. Aprendí que los espejos que cubren la columna central que sujeta la cúpula, están ahí para reflejar el sol hacia el interior del parlamento, y así poder ahorrar lu durante el día; que
Tiergarten tuvo que ser repoblado después de la masacre que sufrió durante la guerra y sus árboles caídos fueron carne de carbón; y que el
Siegesäule - conocido por mi hermano como "pavo de oro" - no siempre estuvo en su lugar actual.
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Vistas desde la terraza superior del Reichstag, a Tiergarten |
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Para rematar un día de alturas, por la noche se daba lugar en el parking del
OlympiaStadion la
Pyronale, un campeonato a nivel mundial de fuegos artificiales. Un dato curioso es que los fuegos artificiales, en Alemania, no pueden ser usados a la ligera como en España. Tan sólo se permiten durante la Nochevieja, y bajo permiso especial en otras ocasiones contadas. Lise (compi del curro), Clema, David y yo, nos pegamos la pateadita hasta arriba de la
Teufelsberg para hacernos fuertes antes que los demás, y poder disfrutar de los fuegos desde lo alto. Y mereció la pena!
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Atardecer desde Teufeslberg |
Ojo al dato! La
Teufelsberg - literalmente Montaña del Diablo - es la montaña creada en la orilla del bosque
Grünewald, tras la guerra, hecha con los escombros de los edificios destruidos. Se ve toda la ciudad desde arriba. Cuenta la leyenda que se construyó sobre los cimientos sin terminar de lo que hubiese sido la facultad de Técnica Militar del régimen nazi.