Vistas desde casa |
BLANCO! Nieve! Aunque parezca mentira, a mis 26 solamente había visto nieve una vez en mi vida. Y me hacía muchísima ilusión que nevara, sobretodo antes de Navidades, pero no se dio el caso. Así que me lo quité de la cabeza para no desilusionarme más. Pero en febrero las temperaturas cayeron súbitamente a fríos glaciares que yo no había visto en mi vida! Llegamos hasta los -20º, tempranito por la mañana. Imaginaos esperar el autobús con semejante panorama...
El río Spree congelado |
Sin embargo, la verdad que no me importó demasiado, la ciudad llevaba vestida de gris demasiado tiempo, y necesitaba un poco de luz. Los ríos y lagos congelados, las calles, los coches, los árboles todos glaseados...
Vista desde mi oficina |
Berlín nevado es, si cabe, aún más hermosa.
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